Mientras que las grandes ciudades como Tokio y Osaka sin duda tienen su propio atractivo, el campo japonés es realmente algo especial por sí mismo. Bosques, lagos, cascadas y playas, Japón lo tiene todo, y casi cada centímetro de su tierra rural es increíblemente hermoso.
Sin embargo, hay un aspecto del hermoso campo japones que en parte está hecho por el hombre: Las zonas llamadas "
Satoyama" (里 山).
Satoyama es un término japonés que se aplica a la zona existente entre las colinas al pie de las montañas, y la llanura cultivable. Literalmente, sato (里) significa tierra arable o gleba y tierra humanizada, y yama (山) significa colina o montaña. El
satoyama ha sido desarrollado a lo largo de los siglos como una zona de agricultura y explotación forestal a pequeña escala.
El
Satoyama incluye campos de cultivo y bosques de árboles cultivados para madera y leña, pero lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en un satoyama son los arrozales. La tierra verde dividida en secciones perfectas, con montañas que se elevan en el fondo, es una de las escenas más típicas de la campiña japonesa.
Las líneas ordenadas de los arrozales combinados con la naturaleza salvaje de las montañas boscosas detrás de ellos es una característica exclusiva de un
satoyama. Por supuesto,
los arrozales en terrazas también están incluidos .
El
Monte Fuji es un área excelente para encontrar un
satoyama, porque la majestuosidad de la montaña los hace muy pintorescos. el
Monte Fuji ya es hermoso, pero cuando se refleja en el agua de un arrozal, su belleza se duplica, por lo que es un lugar popular para los fotógrafos.
La talla de los campos de vegetales en las laderas de las montañas, no solo arrozales y no solo en la base de las montañas, es otro tipo de
satoyama. Estos son increíbles no solo por su belleza, sino también por el mero hecho de que fueron creados y se mantienen al lado de una montaña.
Una clave para la belleza de
un satoyama es el verdor de los cultivos . Las granjas japonesas suelen cultivar plantas verdes como
el repollo,
las patatas,
las berenjenas y, por supuesto,
el arroz, a diferencia de los cultivos más marrones como el trigo (aunque también hay granjas de trigo en Japón). Esto hace que las tierras de cultivo parezcan una extensión de la montaña, y esa podría ser la razón por la cual el campo japonés parece tan exuberante la mayor parte del año.
Los edificios de las granjas con estilo antiguo que salpican las tierras de cultivo también podrían considerarse parte del encanto visual de un
satoyama. Aunque el término en sí se refiere principalmente al paisajismo, los espectadores aún pueden apreciar la incorporación de estas pintorescas características hechas por el hombre en medio del verde de los campos.
Pero lo que hace que una zona
Satoyama sea realmente especial para los japoneses es que no se sientan en el borde de las montañas; trabajan juntos con ellos en nombre de la
biodiversidad. Los arrozales son el hogar de muchos insectos y anfibios, que sirven de sustento para las aves, y los bosques cultivados a nivel de las montañas, albergan una gran variedad de plantas y animales. Son un activo ecológico importante para el país, y eso es lo que diferencia a un satoyama como un tipo único de tierra de cultivo.
Dada la importancia cultural y ecológica de las zonas de
satoyama y la reverencia de Japón por la naturaleza en general, no es de extrañar que también hayan sido deliberadamente atraídos por el escenario de muchos animes.
Mi Vecino Totoro, por ejemplo, está ambientado en una representación colorida y detallada de un
satoyama al noroeste de
Tokio, que dejó una impresión duradera en los corazones y las mentes de muchos espectadores.
Mientras, lamentablemente, muchos campos rurales están cayendo en mal estado (en parte debido a la modernización de Japón), todavía existen hermosas zonas de
satoyama en todo el país. Simplemente viajar una hora fuera de Tokio en casi cualquier dirección te llevará a pintorescas vistas de estos campos rurales.
Fuente:
soranews24
